Reseña: Separate Ways

Reseña Realizada Por Sebastián García

Separate Ways no es simplemente un DLC, sino un complemento necesario para la historia original, con personalidad propia y la maestría con la que Capcom sabe tratar a esta franquicia

Pensemos en una de esas películas que disfrutamos ver cada tanto. Una de esas películas que, si encontramos en algún canal del cable, nos detenemos a verla. Una de esas que elegimos ver cuando en nuestras variadas plataformas de streaming no hay nada nuevo. Y aunque la hayamos visto tantas veces, la disfrutamos como la primera vez. El paso del tiempo, quizás, nos hizo olvidar algún detalle, que al vivirlo nuevamente, volvemos a reír, nos volvemos a emocionar, o nos volvemos a espantar, dependiendo del género

Por lo contrario, si vemos dicho título demasiado seguido, se pierde un poco la gracia en la mayoría de los casos. Recordar todo lo que pasa le quita ese factor sorpresa e, incluso, el factor nostalgia que tan necesario es. Se vuelve algo repetitivo por lo pronto, y el disfrute ya no es el mismo. Exactamente esto que acabo de narrar, es una metáfora perfecta, al menos a mi criterio, de lo que pasa con Separate Ways, el DLC de Resident Evil 4 Remake que nos permite ver los hechos que suceden en paralelo a lo que ya vivimos con Leon S. Kennedy en el título base, pero esta vez desde los ojos de Ada Wong

En concreto, Separate Ways toma las bases -justamente- de lo que plantea el remake que se lanzó en marzo de este año, le cambia el protagonista y, obviamente, cómo atravesamos la historia principal. Este cambio podría tener sabor a poco si lo mencionamos de esta forma, pero Capcom sabe darle unos pequeños giros a la impronta para que tengamos un Resident Evil puro y duro, pero que sabe alejarse lo necesario de su predecesor. La verdad en todo esto es que, si recién terminas de jugar Resident Evil 4 Remake, jugar Separate Ways podría sentirse “más de lo mismo” o un tanto continuista, pero no es tan así. Por suerte, la empresa nipona no se toma las cosas a la ligera y se nota que hay un trabajo muy preciso para que nada se sienta repetitivo, incluso cuando se utilizan casi todos los mismos recursos. 

Obviamente esto es algo muy particular y personal, pero necesario para marcar un punto: este DLC podría parecer que no ofrece nada nuevo desde el eje principal de su propuesta. Sin embargo, la búsqueda de Capcom queda en claro y no pasa tanto por la novedad, sino por reforzar la historia con un personaje que, para muchos, es el mejor personaje de la saga. Y me incluyo entre ellos. Este DLC nos hace no sólo entender por qué Ada Wong es prácticamente perfecta en su trabajo, sino que también te hace experimentar en carne propia esta afirmación. 

Las diferentes situaciones a las que se la expone y las formas que tenemos de salir de cada una de ellas, son simplemente épicas. Mientras con Leon todo se sentía como una película de acción de los 80s, a pura fuerza bruta, con Ada sentimos una delicadeza mortal, que nos regala otra experiencia. Y que hayan podido transmitir esa diferencia mediante el gameplay de un juego, ya hace que este DLC valga totalmente la pena. 

Completar esta historia me tomó unas 6 horas. Entiendo que hay quienes lo terminaron sólo en unas 3 horas, pero yo soy de esos a quienes les gusta explorar todo, romper todas las cajas y barriles, tomarme mi tiempo creando municiones y revitalizadores para siempre estar preparado, e incluso completar la mayor cantidad de misione secundarias con las que me vaya cruzando. 

Así como el Separate Ways original (recordemos que este modo ya existía en el Resident Evil 4 de PlayStation 2, aunque no era un DLC pago, sino un modo de juego que se habilitaba luego de terminar la historia principal), este DLC toma todas las locaciones y la mayoría de los enemigos del juego base y los pone en nuestro camino. Muchas veces, si prestamos atención, vamos a ver el estrago que dejó Leon en su paso, así como un montón de pequeñas referencias que serán las delicias de más de uno. 

Por ejemplo: los enemigos no aparecen de a dos o a tres, varias veces, en un largo camino, sino que aparecen de a 10, todos juntos, en una corta brecha. Por esto mismo decía, al inicio de este análisis, que todo se siente mucho más épico con Ada. Es como un tráiler, donde en un corto lapso de tiempo se tienen que mostrar las mejores escenas para convencer al público. 

Pero lo que realmente distingue a Ada de Leon, es su personalidad. En este DLC, podemos ver realmente cómo piensa ella, cómo encara cada situación, e incluso podemos ver cómo va evolucionando el personaje. En el título base, Leon traía esa personalidad que ya todos conocemos, con ese porte correcto, con un dejo militar aunque rebelde al mismo tiempo, casi como si tuviese tatuado el “Semper Fi” en la frente, con una motivación clara que mantiene durante todo el juego y, como bien marca Ada en ciertos diálogos, muy predecible. 

Ada tiene una forma mucho más seria de encarar las cosas, a diferencia de Leon. Es más resolutiva, y se siente como si siempre estuviese un paso adelante de las cosas. Abraza el mal o el bien según sus propias convicciones, pero al mismo tiempo, y aunque no lo parezca, tiene un grado de consciencia muy crítico y es lo que la hace realmente impredecible. Otra de las grandes particularidades de esta entrega -y gran diferencial entre ambos personajes- tiene que ver con el gancho que tiene Ada

Poder alcanzar lugares bien altos y ver todo el paisaje desde arriba es algo que antes no podíamos hacer con tanta normalidad, y no sólo le da otra consistencia a la experiencia, sino que también nos permite observar y disfrutar de otra forma los paisajes y de todo el apartado visual lleno de detalles, con una búsqueda muy concreta en sus tonos y diseños. El trabajo de arte en todo Resident Evil 4 Remake, incluyendo este DLC, es impresionante. 

Además de ser el “lado B” de la historia de Leon, Separate Ways funciona también como un complemento a nivel narrativo. Hay muchas preguntas y secuencias que quedaban abiertas en el título base, que acá cierran y le dan una mejor explicación a muchos de los sucesos que vivimos anteriormente, incluso demostrando que no es mera casualidad que Ada llegue siempre a ayudar a Leon en los momentos justos. Además, para los más fanáticos, muchas cosas que estaban en el Resident Evil 4 original y que pensábamos que el remake había obviado, aquí aparecen para alegría de todos. 

Hay cierto momento en el juego que resulta ser un homenaje inmenso, que es una locura como parte fundamental de la franquicia y que está tratado con una maestría tal que es imposible que no nos robe una sonrisa. Aunque algunos ya se vieron en los trailers, no voy a contar muchos detalles, ni de esto ni de cualquier cosa que esté relacionada con la historia, pero quería hacer esta mención y dejar el suspenso, para argumentar, nuevamente, que este DLC tiene vida propia. 

Dejando de lado la discusión sobre si este DLC debería haber venido incluído en el título base, Separate Ways tiene todo el peso para poder ser un juego robusto por sí solo. Si bien la historia y todo el contexto está atado al Resident Evil 4 Remake, nos ofrece una experiencia nueva, con un personaje completamente diferente, con una forma de juego mejorada y expandida, y con una dificultad muy elevada en respuesta directa a la dinámica que maneja. Se siente la mano de Capcom en cada apartado, y no hay duda que estamos frente a un Resident Evil con todas las letras. En los tiempos que corren, tener un DLC en el que puedas invertir hasta 6 horas, es algo muy destacable y que se agradece. Como parte de la saga, no hay duda de que estamos frente a una propuesta que ningún fanático debería perderse.

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