Reseña Realizada Por Sebastián García
Dead Island 2 por fin ha llegado para presentarnos una aventura hilarante en la que el humor y la acción se aúnan de una forma muy notable. Estamos ante un título que sigue la estela de su antecesor. En 2011, Techland nos presentó Dead Island, un videojuego que nos proponía una experiencia veraniega en la que pasar unos buenos ratos con unos zombies en bikini. ¿Tentador, verdad? Su propuesta llena de acción, elementos RPG y escenarios ricos en detalle cautivó a todo el mundo. ¿Qué propone Dead Island 2? En resumen: un más y mejor.
Dambuster Studios y Deep Silver han podido finalizar el desarrollo de una entrega que desde 2014 fue dando tumbos. Puede que ahora Dead Island 2 ya esté entre nosotros para que disfrutemos de los paradisíacos escenarios de Hell-A. Ahora bien, el videojuego del apocalipsis zombie sufrió retrasos, cancelaciones y muchas dificultades que fueron piedras de enorme tamaño durante su desarrollo. Es por esto mismo que nos alegramos enormemente de que por fin haya salido a la luz y tengamos la oportunidad de analizarlo.
En este análisis de Dead Island 2 nos vamos a embarcar en una aventura en la que nos enfrentaremos a miles de zombies sedientos de sangre. Sin embargo, los no-muertos que se crucen por nuestro camino son quienes nos han de temer. Con nuestro arsenal lleno de armas que parecen sacadas del mismísimo infierno seremos invencibles. Bueno, invencibles tampoco, pero les daremos una buena paliza a la mayoría de abominaciones que se pongan por nuestro camino.
Dead Island 2 nos ofrece la oportunidad de empezar la historia con un plantel de seis personajes jugables. Jacob, Amy, Ryan, Dani, Carla y Bruno. Cada uno de ellos tendrá sus propias habilidades y stats de base que se dejarán notar en el transcurso de los combates. No entraré en profundidad en cada uno de ellos, pero sí que es importante que cuando empecéis a jugar, leáis bien la descripción de cada personaje para saber cuál es el estilo de juego que más os convence. Ahora bien, todos ellos son útiles y no os arrepentiréis de escoger a uno u otro.
La entrega de Dambuster Studios y Deep Silver es una aventura en la que tendremos todo tipo de armas a nuestra disposición para derrotar a nuestros enemigos. Su sistema de mejora de armas no es innovador, pero resulta muy efectivo. Ya hemos presenciado en otras entregas la posibilidad de desarrollar un armamento demoledor con piezas que encontremos por el escenario. A través de diagramas podremos crear armas alocadas si tenemos los materiales adecuados.
El sistema de combate es muy similar a lo visto en el primer Dead Island. Se trata de combates a tiempo real en los que las mecánicas van mejorando conforme desarrollemos diferentes armas y obtengamos cartas de habilidad. Al derrotar a los enemigos que se distinguirán por nivel, obtendremos más o menos experiencia dependiendo de su dificultad. Subir de nivel o encontrar materiales por el escenario es muy sencillo. Sigue un sistema de progresión muy arcade para agilizar el progreso de los jugadores.
Las armas son la mecánica más importante de la jugabilidad de Dead Island 2 junto a su sistema de cartas de habilidad. Sí, volvemos a un sistema RPG en el que la progresión de nuestro personaje es un elemento clave para avanzar en la aventura. Es muy divertido despedazar a los zombies con diferentes movimientos y técnicas que vamos aprendiendo conforme subimos de nivel. Eso sí, los enemigos también se irán volviendo cada vez más fuetes conforme pasemos de escenario, por lo tanto, no estamos ante un videojuego sencillo. Así mejor, que por lo menos los zombies nos hagan sudar un poco. ¡Estamos en una fiesta infernal!
Matar zombies, por supuesto, es más divertido si hay un objetivo de fondo para hacerlo. O puede que no. A lo mejor sois unos psicópatas y simplemente disfrutáis esparciendo las vísceras de esas abominaciones allá por dónde paséis. No nos sentimos identificados, para nada… Sin embargo, ¡no nos podemos olvidar de los vivos! Ellos necesitan nuestra ayuda y como en todo juego de zombies que se precie son todos absolutamente inútiles. Sí, durante la historia nos encontraremos personajes que no tendremos ni idea de cómo narices siguen vivos, pero oye, ahí están para mandarnos encargos.
Las misiones principales están trabajadas y nos aportan momentos realmente espectaculares en los que se introducen enemigos muy imaginativos. Por otro lado, las misiones secundarias que iremos encontrando conforme avancemos por los escenarios tienen sus luces y sombras. Algunas son las típicas en las que tendremos que derrotar a una oleada de zombies, otras consistirán en encontrar una llave u objeto, etc. No obstante, algunas también nos ayudan a conocer a personajes cuyos diálogos son desternillantes. El problema es que no compensan y se vuelven repetitivas.
Es cierto que la historia principal podría haber estado más trabajada. No está mal y además cambia, aunque ligeramente, dependiendo del trasfondo del personaje que hayamos escogido. Por ejemplo, Amy es una deportista paralímpica que quiere ser reconocida en todo el mundo, pero si hablamos de Ryan, estamos ante un musculado stripper vestido de bombero. Es un gran aliciente que la personalidad de los personajes, así como también sus diálogos, varíen para dotar de riqueza a la historia.
Más allá de los personajes principales, Dead Island 2 sigue la estela de videojuegos como Dying Light 2 o el primer Dead Island, pero no acaba de convencer. En más de una ocasión es simplemente una excusa para recorrer los escenarios y obligarnos a meternos en lugares de pesadilla. No seré yo el que me queje, me lo he pasado de lo lindo reventando a todo lo que se me cruzaba por delante. Ahora, ¿recuerdo por qué lo he hecho? Ni idea, pero ahí los tenéis, cientos de zombies masacrados con mis garras eléctricas, mi bate de pinchos o mi palo de golf demoledor.
Dambuster Studios ha desarrollado una obra espectacular a nivel visual. Los escenarios están llenos de detalles y destaca mucho el tono desenfadado de la entrega. Zombies en la piscina disfrutando del sol como un pinchito español, abominaciones dentro de un gimnasio o una discoteca, unicornios hinchables… Todo lo que ocurra entre la riqueza estadounidense es digna de contemplar. Eso sí, puede que vuestra memoria se llene de recuerdos que ojalá quisierais olvidar. Es como ir a los rincones oscuros de Hollywood… Auch.
Es una maravilla recorrer los escenarios y notar que todo lo que destaca no está enfocado en el gore o en el apartado más visceral de la entrega. Hasta los zombies brillan gracias a sus atuendos y detalles más que por su aterrador aspecto. Por supuesto, a este gran diseño artístico se le une un nivel gráfico realmente demoledor. Los interiores son hiperrealistas y con una gran iluminación, habrá momentos en los que nos quedaremos embobados contemplando los escenarios. Por su parte, los exteriores también cumplen con su cometido y se ven realmente bien, aunque no brillan ni por asomo como lo hacen los interiores.
Por otra parte, la música también está a la orden del día con temas musicales que usan mucho la electrónica para dotar de gran fuerza a los combates. Sin duda se trata de una fiesta apocalíptica. Dambuster Studios ha sabido muy bien lo que hacía con el apartado audiovisual y ha desarrollado una entrega que cumple a casi todos los niveles con las expectativas de la nueva generación. No obstante, el modelado de los personajes principales es decepcionante, sobre todo a nivel facial. No son malos, ni mucho menos, pero sí que están varios pasos por detrás del resto del conjunto.
CONCLUSCIONES
Dead Island 2 es una entrega que apuesta claramente por el más y mejor. Nos parece una propuesta más grande, divertida y frenética que su antecesora. Aquí el diseño de niveles se ha aprovechado mejor y se nota que los escenarios han sido construidos con mucho mimo. Es muy difícil que os perdáis o que os podáis sentir frustrados por no encontrar aquella caja fuerte o cualquier ubicación que veáis por el mapeado. Además, el sistema de combate es muy divertido y hay cientos de armas por utilizar para masacrar a esos malditos zombies.
El problema que tengo con Dead Island 2, a pesar de ser un juego muy notable, es que se torna repetitivo a partir de las 12 o 14 horas de duración. A partir de ahí empieza el tedio porque ya te has acabado por acostumbrar a su alocada propuesta. Es una lástima, porque sucedía algo muy similar con el primer Dead Island. El combate es excelente, el diseño artístico es desenfadado y muy divertido, la BSO sigue el mismo camino, pero el diseño de misiones no. Al final todo se basa en matar, matar y matar con un telón de fondo muy pobre a nivel narrativo.
En general, recomendamos Dead Island 2 gracias a que su sistema de combate, diseño de niveles, uso de las habilidades y su apartado audiovisual son muy notables. Es una pena que a nivel argumental y de actividades principales y secundarias se haya quedado corto. Aún así, os lo pasaréis en grande destrozando a cualquier abominación que se os ponga por delante y HELL-A es, sin duda, un apocalipsis paradisíaco que merece la pena visitar.