Por Emiliano Figueroa
Lo que comenzó como una celebración de Año Nuevo terminará siendo la peor pesadilla de este grupo de jóvenes rusos. Katy y sus amigos quieren celebrar el gran inicio de año de la manera más extrema buscando la montaña nevada más alta, pero todo cambia cuando su transporte se ve averiado. Ella y sus amigos tendrán que buscar una manera de regresar a casa estando a cientos de metros de altura atrapados en un teleférico.
A todos nos gusta una buena película de suspenso que nos mantenga al borde del asiento y nos haga sentir que estamos atrapados al igual que los personajes en pantalla, es algo sin igual, más si se trata de eventos que podrían llegar a suceder realmente como perdernos en el bosque, ser perseguidos o en este caso estar atrapados en un teleférico en medio de montañas heladas y una tormenta de nieve.
Uno espera que la película nos genere intriga en todo momento, que podamos sentirnos identificados con los personajes y querer saltar a la pantalla para ayudarlos, pero aquí no es el caso. Todo es un caos y no de buena manera. Los personajes son huecos sin algún propósito específico, no tienes estructura ni crecimiento durante la historia. Los diálogos aburren y en ocasiones no hay necesidad de ellos e incluso son repetitivos. Sin razón alguna, las cosas se resuelven ayudando a los personajes o se vuelven peores solo para justificar el “suspenso” pero nada tiene sentido. En una escena un personaje desaparece por completo y en la otra ya está ahí como por arte de magia con una herida tremenda que vaya a saber cómo se la hizo.
En la película, el antagonista es el peligro que corren los personajes, pero por alguna razón le quisieron dar más importancia a un insignificante “villano humano” que simplemente no le agrega nada a la trama y se olvida dela situación en la que se encuentran. Pero luego la historia se desfasa completamente y quieren meterte una historia de amor entre dos personajes, que por más que ya tenemos presentes, realmente no los conocemos y no nos genera empatía alguna. Todo un revoltijo.
No lo negaré, es una idea bastante interesante, que si hubiese sido realizada de la manera correcta, pudiese haber sido un gran hit de suspenso y taquilla, pero por más que lo intentaron no se logró. En vez de tenernos al borde del asiento, nos tenia al borde de las risas.
Calificación 4/10