Reseña Realizada Por Lester Lastiri
Película estadounidense biográfica protagonizada por Sebastian Stan (Donald Trump), Jeremy Strong (Roy Cohn), entre otros, dirigida por Ali Abbasi.
A unos días de realizarse las elecciones presidenciales en Estados Unidos sale esta película de tipo biopic, sobre el surgimiento del poderío económico de uno de los personajes más polémicos de nuestros tiempos, Donald Trump. Se basa sobre todo en el periodo de su vida previo a involucrarse de lleno en el ámbito de la política, cuando sus ambiciones se centraban exclusivamente en los negocios, principalmente de corte inmobiliario.
Nacido ya en una familia con cierta posición y privilegios, el jóven Trump le apuesta a crecer aún más que su padre y lograr una de esas grandes aspiraciones norteamericanas que es ser el inmensamente rico y poderoso. Enfrentan una demanda del gobierno por conductas racistas en uno de sus complejos de departamentos y recurre a un abogado despiadado y exitoso, Roy Cohn, quien lo lleva de la mano por un mundo de tráfico de influencias, sobornos y extorsiones (amparados en la “legalidad”), enseñándole el camino para lograr todos sus objetivos en los negocios y en la vida, basado principalmente en 3 reglas: atacar primero, negar todos los ataques, y siempre declararse victorioso.
La relación entre Trump y Cohn, aprendiz y maestro, rinde grandes y lucrativos negocios en una época donde la ciudad de Nueva York está quebrada y requiere de inversiones; es así como, valiéndose de todos los medios legales y sobre todo ilegales, construye el imperio económico que después lo catapultaría a involucrarse en el mundo de la política, con los resultados que ya hemos visto y que probablemente veamos en los próximos días.
Una película que por diversos medios trató de evitar que saliera previo a las elecciones, sobre todo por la parte de su intimidad, con Ivana y su familia, más que por la construcción de su imperio que ya ha sido ampliamente estudiado, es un retrato muy del estilo aspiracional estadounidense de ser competitivos (por las buenas y por las malas), triunfar y dominar el mundo, sin importar los costos, la moral o cualquier estorbo desde su perspectiva.
Las actuaciones reflejan estos estereotipos ampliamente estudiados y desarrollados en la sociedad norteamericana, haciendo de Trump un villano odiado pero al mismo tiempo profunda y silenciosamente venerado e idolatrado.